
La leyenda de las cárcavas
En 2008 editamos el libro colectivo “La leyenda de las cárcavas. Crónicas de naturalistas españoles en el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega (Segovia)”y en 2012 vio la luz “Guardianes del Refugio. Historias de naturalistas en el Refugio de Montejo”. Ambos títulos fueron editados por Universa Terra Ediciones y, en este momento, están descatalogados; pero dado el interés que se nos ha manifestado en diversas ocasiones, y diez años después de la primera edición, estamos valorando realizar una segunda edición ampliada y que recoja los dos títulos en un solo volumen.
Reproducimos la presentación que el editor realizó para “La leyenda de las cárcavas”.
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Guardianes del Refugio
Representa para mí una tremenda satisfacción editar este libro que recoge una buena cantidad de experiencias en torno al Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega. Resulta ocioso presentar este espacio singular de la geografía española, pues es bien conocido por naturalistas, ornitólogos y amantes de la naturaleza en general.
En aquellas tierras de gran riqueza ecológica, numerosas personas se han sentido fascinadas por el espectáculo de la naturaleza en todo su esplendor. Ahora, un grupo de naturalistas “montejanos”, pretendemos rendir homenaje modesto a Montejo y sus gentes, precisamente en un momento de dificultades y problemas por el quehacer cuestionable de la Junta de Castilla y León con respecto a la protección medioambiental de esas tierras.
Así las cosas, encontrarás aquí un conjunto de reflexiones y vivencias que, sin ser las únicas pero sí representativas del conservacionismo español en las tres últimas décadas, ofrecen un panorama divulgador sobre la realidad de Montejo.
Montejo ha representado una auténtica escuela de formación, un lugar de encuentro único en el mundo.
Ya para concluir esta breve presentación, quiero agradecer la labor desempeñada por el Dr. Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo, verdadero alma mater de la protección, estudio y seguimiento de los aconteceres del Refugio. Y ofrecer mi gratitud también a Hoticiano Hernando Iglesias, guarda de honor y a su hijo Jesús, actual guarda de ADENA, por la encomiable labor realizada durante estos años.
Que las siluetas de los buitres puedan contemplarse durante muchas generaciones será, sin duda, el mejor homenaje que se pueda hacer a los cientos de personas que han ofrecido desinteresadamente su tiempo y sus recursos para tan noble propósito.
Youssef Nava
Descargar versión en formato electrónico:
(Una información amplia sobre el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega puede encontrarse en: NATURALICANTE).